De manera siempre equívoca, se trata de definir el "ser colombiano" destacando defectos y virtudes. Pero ni siquiera las estadísticas pueden probar que defectos y virtudes sean expresión incanjeable de las mayorías. Pueden ser más prominentes los defectos que las virtudes, pero esto no sucede solamente con los colombianos.
¿Somos un país violento?, se vienen preguntando desde las ciencias sociales. La existencia de tantos 'violentólogos' no basta para responder afirmativamente. Si se aceptara que somos un país violento, tendríamos que aceptar que el rasgo distintivo de nuestra conducta individual es la violencia y que son tantos los colombianos que la asumen que podría hablarse de una caracterización colectiva. Pero resulta que no hay estadísticas que lo prueben. ¿Cuántos colombianos se están dando bala? ¿50.000, 200.000? ¡Somos más de 40 millones! Casi tres millones de desplazados lo son, precisamente, por pacíficos